martes, 26 de mayo de 2020

Covid-19


“La transmisión asintomática del SARS-CoV-2 es, según New England Journal of Medicine, el talón de Aquiles de las actuales estrategias de salud pública para controlar la pandemia de Covid-19”. De modo que resulta necesario monitorizar a as personas asintomáticas y con sintomatología leve: minimizando el alto riesgo de rebrote. No en vano la detección temprana de las enfermedades contagiosas es fundamental para contener su propagación. 

Además, la pandemia del Covid-19 ha puesto de relieve la influencia de los problemas epidémicos en la economía global y la limitación de los sistemas sanitarios convencionales para hacer frente a dichos retos. La infravaloración de ambos fenómenos no ha hecho más que agravar la situación. 

Conviene pues una profunda reflexión preventiva acerca de ello. Hace tiempo que los sistemas sanitarios muestran dificultades para abordar otro tipo de epidemias: las relacionadas con las enfermedades crónicas degenerativas. 

El salto tecnológico supone una oportunidad para afrontar con éxito el actual reto médico, social y económico. Pero también supone una amenaza si la nueva tecnología se emplea para deshumanizar la sociedad restringiendo derechos: tal como apuntaba un artículo publicado en marzo por el Financial Times. 

Un grupo de profesionales (ingenieros, sanitarios y directivos) hemos desarrollado una propuesta constructiva de colaboración para aprovechar la oportunidad mencionada: el proyecto MAP (Modelo Asistencial de Proximidad), enfocado inicialmente a la detección temprana de Covid-19 y de la susceptibilidad a sufrir complicaciones graves en la población activa. 



        MAP implica un auténtico salto disruptivo capaz de minimizar los riesgos epidémicos     del Covid-19 y reactivar la economía de forma rápida y sostenible. 


        Y antes de internacionalizarse busca realizar en breve una experiencia piloto en nuestro país con una selección de grandes empresas interesadas en participar activamente con sus empleados en esta fase.